Hoy es día de ganar

Hace un tiempo, quería bajar los brazos. La ansiedad me sofocaba el alma y no tenía fuerzas de seguir. Un camino oscuro, tedioso, se aproximaba. Pero, aún con la certera opinión de que me acercaba al fracaso, seguí. Evite que esa energía negativa se apodere de mi mente. Evite que todo pensamiento obscuro me penetre. Ignoré toda mala actitud y seguí. 

Súper agradecida de mi pensar me llevó lejos. No solo en una cuestión económica es a lo que me refiero, sino en general. La vida se torno con colores rosados, cada acción era positiva y se me han resuelto muchas interrogantes que, en los momentos de mayor desesperación, comencé a dudar que tenían solución. 

Ese momento, en el que se cree que todo se derrumba, que nada tiene solución, es el mejor momento para no tirar la toalla. Darle más y más, porque las metas, sean cuales sean, deben ser cumplidas. En la vida se trata de completar nuestros objetivos. 

Que el miedo, el que sentimos internamente, se torne nuestro mejor impulso. Debes invertir tiempo en ti, escucharte, procesar todas las malas situaciones de una manera más pacífica, dejar de enojarte por como actuaste sino por el contrario aprender y desarrollar mejor tus límites.

Que este cambio de hábitos te incentive a emprender, a ser tu propio jefe. A generar riqueza. ¡Deja de ser un esclavo!

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